Escuché el día de ayer, por la tarde, la comparecencia del Presidente del Gobierno en la Cámara Baja y he de confensar que dicha comparecencia no hizo sino más que aumentar en mi persona cierto grado de congoja (por no llamarlo de otra forma más castiza).
Y es que escuchar de la misma persona que hace seis meses negaba rotundamente la crisis a la que nos enfrentamos, hecho que negó por activa y por pasiva, que no se atreve a pronosticar cuándo veremos la luz al final del túnel por que sería una inconsciencia por su parte (total, una más ya nos daba igual).
Y es que escuchar a la misma persona que decía que empezaríamos a levantar cabeza en marzo, que ahora nos dice que lo peor aún está por llegar y que la situación es realmente complicada para los "españoles, españolas y españolos".
Y es que escuchar a esa persona que tildaba de antipatriotas a todos aquellos que vaticinaban la que se nos venía encima que ahora es momento de arrimar todos el hombro.......
....me causa pavor. Por que cuándo éstos, que viven en los mundos de yuppi, lo ven tan negro, entonces el asunto no esta negro, está negrisimo.
Y lo peor de todo es que nadie aporta ninguna solución útil, mientras cada día 5.000 personas se quedan sin empleo. Y si aportan alguna solución, aún me dan más miedo, como la Ezquerra, que apuesta por nacionalizar las entidades bancarias.
He de reconocer que nadie pensó que esto iba a ser cómo está siendo, vamos, que ver un ERE en la Firestone de Puente San Miguel, que es una de las empresas más fiables y solventes de Cantabria, es la muestra más palpable de los niveles que está alcanzando esta crisis, que según ZP, aún no ha llegado a tocar fondo; Lo que si toca es amarrarse los machos bien y mirar el céntimo (ése que siempre dejamos por ahí tirado) como si su peso fuese en oro.
Y todo esto, con una amenaza latente, por parte de los mal denominados "agentes sociales", de un conflicto social muy intenso de seguir en ésta dinámica, cosa bastante probable, así que habrá que estar preparados que la cosa viene muy jodida, pero jodida de verdad.
Y en estos momentos tan duros, me pregunto yo una cosa: ¿Dónde están aquellos del simbolo de la ceja? A saber, Víctor Manueles, Ana Belenes y demás camarilla zetapera. Lo digo por que no me ha parecido verlos en ninguna manifestación obrera ni en la tele mostrando su apoyo al Gobierno y pidiendo confianza. Debe ser que lo mismo están enfafados con él, por que no se han terminado de ver cumplidas sus expectativas respecto a canones digitales, protección de propiedad industrial e intelectual, etc...Pero bueno eso es otro tema.
miércoles, 11 de febrero de 2009
viernes, 6 de febrero de 2009
GOBIERNO VS. ENTIDADES BANCARIAS
Estos días hemos asistido atónitos a un combate dialéctico sin igual. Y ese combate no es otro que el que han mantenido el Gobierno del país y las entidades bancarias.
En ese combate se han podido observar todo tipo de movimientos pujilisticos, desde jabs (como el del Ministro amenazando a los bancos con que al Gobierno se le está acabando la paciencia) hasta uppercut (como el del Presidente de Extremadura incitando a la nacionalización de las entidades bancarias) mientras las entidades bancarias se zafaban con un resbalón para pasar al ataque con un gancho de "derechas" acusando al Gobierno de inoperancia e ineptitud ante la crisis de la cual responsabilizaba en gran medida al Ejecutivo.
Y todo esto a que viene, pues sencillo, a algo que el más común de los mortales veía venir, excepto el propio Gobierno parece ser, o, esa es la imagen que quieren dar de cara a la opinion pública, opción más probable que la primera, y me refiero con toda esa retahila al hecho de que el Gobierno puso a disposición de las entidades bancarias una burrada de millones de euros para mejorar la liquidez y que se abriese de nuevo el crédito y las entidades bancarias han cogido el dinero y lo han utilizado para "tapar" sus agujerillos. Los bancos se defienden alegando que ellos no han cerrado el grifo del dinero, si no que "toman más precauciones" ante la concesión de créditos que saben que igual no cobrarán.
En ese aspecto les doy la razón, las circunstancias económicas han cambiado mucho, demasiado, si antes te venía a pedir un crédito para comprar un coche de 12.000 euros, con un contrato temporal de un sueldo de 800 euros y el banco lo concedía, por que nada en la coyuntura económica podía hacer suponer que ese trabajador no fuese a mantener el empleo durante dos o tres años; pero ahora el patio está que a ver quién le da los 12.000 euros para el coche a ese trabajador con contratos temporales de seis meses, sin saber si seguirá en marzo, yo tampoco se lo daría. Y a este aspecto hay que unir otro más, y es que la gente lo ve muy negro, tanto como el sobaco de un grillo, y aunque resulte solvente no tiene ganas de complicarse la vida con nada en estos momentos y ni se le pasa por la cabeza cambiar el coche, comprar otra plaza de garaje o lo que sea, es decir, la demanda de créditos por parte de gente solvente ha descendido proporcionalmente a la confianza que le inspira la situación económica actual.
Pero el Gobierno se siente, o más bien se hace, el cornudo por parte de las entidades bancarias, "...es que yo te dejé el dinero para que tú a su vez se lo dejases a la gente" dicen. Otro teatro más de la Compañía La Moncloa. La mayoría de las entidades bancarias que han acudido a las ayudas gubernamentales han sido pequeñas cajas de ahorros de comunidad autónoma, la mayoría de las cuales se traen entre manos asuntos poco claros con los dirigentes políticos a los que realmente sirven (no a su pueblo), y ahora el Gobierno les ha tenido que inyectar dinero (que por cierto es de todos los españoles, es decir, nuestro) para que tapen esos chanchulleos, mientras de cara a la galeria se hacen los ofendidos, vamos puro teatro.
Al final, en vez de un buen combate de boxeo, que era lo que parecía al principio del comentario, no es más que otro más de pressing catch o smack down, creo que se llama ahora, en el que todos los protagonistas saben como empieza y como acaba el combate, incluso los espectadores, si, si, nosotros....
.......al final, nada de nada, y los luchadores, todos contentos por que han conseguido su propósito inicial, engañar al espectador con un único objetivo: sacarle la pasta.
En ese combate se han podido observar todo tipo de movimientos pujilisticos, desde jabs (como el del Ministro amenazando a los bancos con que al Gobierno se le está acabando la paciencia) hasta uppercut (como el del Presidente de Extremadura incitando a la nacionalización de las entidades bancarias) mientras las entidades bancarias se zafaban con un resbalón para pasar al ataque con un gancho de "derechas" acusando al Gobierno de inoperancia e ineptitud ante la crisis de la cual responsabilizaba en gran medida al Ejecutivo.
Y todo esto a que viene, pues sencillo, a algo que el más común de los mortales veía venir, excepto el propio Gobierno parece ser, o, esa es la imagen que quieren dar de cara a la opinion pública, opción más probable que la primera, y me refiero con toda esa retahila al hecho de que el Gobierno puso a disposición de las entidades bancarias una burrada de millones de euros para mejorar la liquidez y que se abriese de nuevo el crédito y las entidades bancarias han cogido el dinero y lo han utilizado para "tapar" sus agujerillos. Los bancos se defienden alegando que ellos no han cerrado el grifo del dinero, si no que "toman más precauciones" ante la concesión de créditos que saben que igual no cobrarán.
En ese aspecto les doy la razón, las circunstancias económicas han cambiado mucho, demasiado, si antes te venía a pedir un crédito para comprar un coche de 12.000 euros, con un contrato temporal de un sueldo de 800 euros y el banco lo concedía, por que nada en la coyuntura económica podía hacer suponer que ese trabajador no fuese a mantener el empleo durante dos o tres años; pero ahora el patio está que a ver quién le da los 12.000 euros para el coche a ese trabajador con contratos temporales de seis meses, sin saber si seguirá en marzo, yo tampoco se lo daría. Y a este aspecto hay que unir otro más, y es que la gente lo ve muy negro, tanto como el sobaco de un grillo, y aunque resulte solvente no tiene ganas de complicarse la vida con nada en estos momentos y ni se le pasa por la cabeza cambiar el coche, comprar otra plaza de garaje o lo que sea, es decir, la demanda de créditos por parte de gente solvente ha descendido proporcionalmente a la confianza que le inspira la situación económica actual.
Pero el Gobierno se siente, o más bien se hace, el cornudo por parte de las entidades bancarias, "...es que yo te dejé el dinero para que tú a su vez se lo dejases a la gente" dicen. Otro teatro más de la Compañía La Moncloa. La mayoría de las entidades bancarias que han acudido a las ayudas gubernamentales han sido pequeñas cajas de ahorros de comunidad autónoma, la mayoría de las cuales se traen entre manos asuntos poco claros con los dirigentes políticos a los que realmente sirven (no a su pueblo), y ahora el Gobierno les ha tenido que inyectar dinero (que por cierto es de todos los españoles, es decir, nuestro) para que tapen esos chanchulleos, mientras de cara a la galeria se hacen los ofendidos, vamos puro teatro.
Al final, en vez de un buen combate de boxeo, que era lo que parecía al principio del comentario, no es más que otro más de pressing catch o smack down, creo que se llama ahora, en el que todos los protagonistas saben como empieza y como acaba el combate, incluso los espectadores, si, si, nosotros....
.......al final, nada de nada, y los luchadores, todos contentos por que han conseguido su propósito inicial, engañar al espectador con un único objetivo: sacarle la pasta.
domingo, 1 de febrero de 2009
EL MUNDO AL REVES
A finales del siglo XIX y principios del XX surgió el movimiento obrero, lo que vino a llamarse sindicalismo, como modo de presión para hacer reclamaciones a la patronal por parte del proletariado al objeto de obtener mejoras sociales y de la calidad de vida para grupos amplios de personas. Ese modelo de lucha social pronto fue asumido por la sociedad en general como modelo para presionar y exigir otro tipo de cuestiones de los más variados ámbitos de la vida civil, en el que hasta ése momento casi siempre las luchas por alcanzar determinados objetivos y derechos sociales se habían efectuado de forma unipersonal, por grandes personas que han pasado a la historia de la humanidad.
Y en los inicios del siglo XXI asistimos, no sin cierto grado de asombro, al traslado de éste tipo de lucha reivindicatoria, al más puro estilo obrero de principios de siglo, al denominado séptimo arte ¿Qué a qué viene ésto? Bueno, básicamente a que anoche he estado viendo a ratos la gala 23 de los premios "Goya" y claro, aún estoy estupefacto.
Estoy atónito de ver a una banda de jetas, vestidos con trajes y vestidos de Dior, Cavalli, Chanel y la madre que lo parió, que cuestan lo que yo gano en tres meses (o más), utilizando esa gala y el parapeto ofrecido por un medio de comunicación de consumo masivo como la televisión para reclamar a las Autoridades allí presentes (a saber el Ministro de Cultura y el Ministro de Sanidad entre otros) para reclamar una mayor implicación del Gobierno y la Administración con el cine español y lucha contra la piratería por Internet, éxigiendo además sin miramientos a las operadoras de la Red de redes que disminuyan los inconmensurables beneficios que obtienen gracias al tráfico de información y datos que origina la Red.
Y claro, es "para mear y no echar gota" que una cuadrilla de gente que están podridos de pasta se pongan en plan "obrero explotado". Más si tenemos en cuenta, que la mayor parte de las películas de factura nacional están subvencionadas por esa Administración a la que dirígen sus protestas con el dinerito que pagamos todos los españolitos. Les voy a proponer un ejercicio matemático muy simple como solución:
La media de una conexión a Internet es de unos 50 euros al mes. De otro lado, vamos a tomar como referencia un aficionado al cine al que le guste disfrutar de una película una vez por semana, empecemos a sumar: 6 euros por entrada (de media) para dos personas: 12 euros, a lo que añadimos el gasto en gasolina para el coche, ya que pocas son las ciudades en las que existen salas de cine en el centro de la ciudad (si exceptuamos las grandes ciudades, en las cuales te ahorras la gasolina pero te lo gastarías en transporte urbano) y que vamos a establecer en 3 euros. Total, si nos olvidamos de palomitas y refrescos sale una media de 15 euros por sesión que por cuatro fines de semana que tiene el mes dan un montante final de 60 euros.
Ahora efectuemos los mismos calculos si se rebajase el precio de la entrada de cine en un 30 por ciento, situando su precio medio en 4 euros. El resultado final sería de un gasto de unos 44 euros al mes frente a los 50 de la conexión a Internet, y "seis euros son mil pelas, tú".
Claro que, para que esto fuese posible, quizá y sólo quizá, la banda que desfiló anoche por la alfombra verde debería rebajar un poquito sus pretensiones y quizá deberían conformarse con ganar 200.000 ó 300.000 euros por película (que digo yo que ya está bien, cifra que un españolito medio tarda en ganar cerca de diez años) en vez de ganar 1, 2, 3 o más millones de euros, los cuales, no olvidemos, ya salen de nuestro bolsillo en forma de subvenciones estatales.
Y es que el mundo está al revés, en éste caso, actores y actrices son el proletariado que (vestidos con sus mejores galas) le recriminan a una patronal, que conformamos todos los ciudadanos, y que somos los que elegimos que nos gusta y que no, qué nos apetece ver y que no (eso sí, la patronal en éste caso viste de Zara).
Todo eso, sin entrar en el discurso fácil y demagógico que hace el colectivo actoril de este país, acerca del peligro de la supervivencia del género y demás (que por otro lado, si no ha corrido peligro ni con la dictadura, menos ahora por dejar de perder unos cientos de miles de euros, que, reitero, ya les damos por otro lado). Y digo esto, por que si entro en ese discurso, quizá deberíamos pensar en la gente (esa misma que al final, aunque sea de cuándo en cuándo acude al cine) que se vería sin empleo, a saber, servicios técnicos de operadoras ISP, teleoperadores de servicios de atención al cliente, instaladores, diseñadores de páginas web, etc.....para que un grupo siga forrándose, no si encima luego van de gente de izquierdas, pues eso.........
El mundo al revés.
Y en los inicios del siglo XXI asistimos, no sin cierto grado de asombro, al traslado de éste tipo de lucha reivindicatoria, al más puro estilo obrero de principios de siglo, al denominado séptimo arte ¿Qué a qué viene ésto? Bueno, básicamente a que anoche he estado viendo a ratos la gala 23 de los premios "Goya" y claro, aún estoy estupefacto.
Estoy atónito de ver a una banda de jetas, vestidos con trajes y vestidos de Dior, Cavalli, Chanel y la madre que lo parió, que cuestan lo que yo gano en tres meses (o más), utilizando esa gala y el parapeto ofrecido por un medio de comunicación de consumo masivo como la televisión para reclamar a las Autoridades allí presentes (a saber el Ministro de Cultura y el Ministro de Sanidad entre otros) para reclamar una mayor implicación del Gobierno y la Administración con el cine español y lucha contra la piratería por Internet, éxigiendo además sin miramientos a las operadoras de la Red de redes que disminuyan los inconmensurables beneficios que obtienen gracias al tráfico de información y datos que origina la Red.
Y claro, es "para mear y no echar gota" que una cuadrilla de gente que están podridos de pasta se pongan en plan "obrero explotado". Más si tenemos en cuenta, que la mayor parte de las películas de factura nacional están subvencionadas por esa Administración a la que dirígen sus protestas con el dinerito que pagamos todos los españolitos. Les voy a proponer un ejercicio matemático muy simple como solución:
La media de una conexión a Internet es de unos 50 euros al mes. De otro lado, vamos a tomar como referencia un aficionado al cine al que le guste disfrutar de una película una vez por semana, empecemos a sumar: 6 euros por entrada (de media) para dos personas: 12 euros, a lo que añadimos el gasto en gasolina para el coche, ya que pocas son las ciudades en las que existen salas de cine en el centro de la ciudad (si exceptuamos las grandes ciudades, en las cuales te ahorras la gasolina pero te lo gastarías en transporte urbano) y que vamos a establecer en 3 euros. Total, si nos olvidamos de palomitas y refrescos sale una media de 15 euros por sesión que por cuatro fines de semana que tiene el mes dan un montante final de 60 euros.
Ahora efectuemos los mismos calculos si se rebajase el precio de la entrada de cine en un 30 por ciento, situando su precio medio en 4 euros. El resultado final sería de un gasto de unos 44 euros al mes frente a los 50 de la conexión a Internet, y "seis euros son mil pelas, tú".
Claro que, para que esto fuese posible, quizá y sólo quizá, la banda que desfiló anoche por la alfombra verde debería rebajar un poquito sus pretensiones y quizá deberían conformarse con ganar 200.000 ó 300.000 euros por película (que digo yo que ya está bien, cifra que un españolito medio tarda en ganar cerca de diez años) en vez de ganar 1, 2, 3 o más millones de euros, los cuales, no olvidemos, ya salen de nuestro bolsillo en forma de subvenciones estatales.
Y es que el mundo está al revés, en éste caso, actores y actrices son el proletariado que (vestidos con sus mejores galas) le recriminan a una patronal, que conformamos todos los ciudadanos, y que somos los que elegimos que nos gusta y que no, qué nos apetece ver y que no (eso sí, la patronal en éste caso viste de Zara).
Todo eso, sin entrar en el discurso fácil y demagógico que hace el colectivo actoril de este país, acerca del peligro de la supervivencia del género y demás (que por otro lado, si no ha corrido peligro ni con la dictadura, menos ahora por dejar de perder unos cientos de miles de euros, que, reitero, ya les damos por otro lado). Y digo esto, por que si entro en ese discurso, quizá deberíamos pensar en la gente (esa misma que al final, aunque sea de cuándo en cuándo acude al cine) que se vería sin empleo, a saber, servicios técnicos de operadoras ISP, teleoperadores de servicios de atención al cliente, instaladores, diseñadores de páginas web, etc.....para que un grupo siga forrándose, no si encima luego van de gente de izquierdas, pues eso.........
El mundo al revés.
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