jueves, 29 de enero de 2009

LA DICTADURA ENCUBIERTA

La diferencia principal entre cualquier régimen democrático (ya sea república, monarquía parlamentaria,etc...) y entre otro régimen autoritario (dictadura, monarquia absolutista, etc...) estriba en una única premisa: la separación de poderes.

A saber, los tres conocidos por todos: legislativo, ejecutivo y judicial, a los que hay que añadir el conocido como el cuarto poder fáctico: los medios de comunicación.Cualquier persona con dos dedos de frente sabe que lo prioritario y fundamental es controlar a este cuarto poder para luego poder hacer y deshacer a su libre albedrío, más que nada por que es la mejor manera de obtener los dos primeros y controlar e influenciar al tercero.

En los últimos tiempos hemos asistido a numerosas maniobras políticas del Gobierno y sus acólitos encaminadas en esta dirección, la primera de ellas la creación de variados consejos audiovisuales en diferentes comunidades autónomas, cuya única función es controlar y supervisar los contenidos hechos públicos por los medios de comunicación (vamos lo que se llamó censura toda la vida), amparados bajo la excusa de proteger la integridad moral y psicológica de las personas y fundamentalmente de los menores. Sin embargo dichos consejos, lejos de velar por estos intereses, lo único ha lo que se han dedicado es a la redistribución de licencias radiofónicas y televisivas entre los medios afines al régimen, como prebenda por los servicios prestados, arrebatando las mismas a cualquier otro que bien directamente, bien de forma velada, se atreviese a criticar al régimen.

Una vez conseguido dicho propósito, el paso siguiente es afianzar el control de los dos primeros poderes, utilizando esos medios de comunicación afines para atacar, mermar, presionar y al final anular cualquier clase de oposición política, siguiendo estrictamente ese orden, y si para ello hay que sacar a la luz supuestos casos de espionajes y otras actividades poco lícitas, aunque puedan ser mentira y ello al final quizá cueste la cabeza a dos o tres soldados de la causa disfrazados de periodista, pues el sacrificio es mínimo en comparación al daño infrigido al enemigo.

Y por último, una vez conseguido todo esto, lo único que queda es el poder judicial, independiente por antonomasia (supuestamente). Y es que durante los últimos tiempos han sido variadas las maniobras que nos han demostrado la influencia del Ejecutivo en el Poder Judicial y la escasa independencia de éste (los casos de liberaciones de terroristas, la ilegalización o no según convenga de determinados partidos, etc...), pero lo de los dos últimos días ya ha sido la gota que ha colmado el vaso, el Tribunal Supremo, la mayor autoridad judicial del pais, se ha bajado los pantalones por los tobillos ante el Gobierno.

Algunos pensarán ¿por qué dice eso?, pues es evidente, por que dicho órgano judicial ha rechazado la demanda interpuesta por varias familias solicitando el reconocimiento de su derecho como padres a decidir sobre la educación de sus hijos y objetar de esa asignatura de adoctrinamiento político llamada "Educación para la ciudadanía", algo bastante lógico a simple vista ¿verdad? pues el Tribunal Supremo les ha dado un bofetón en la cara.


Muchos dirán que hasta hace bien poco lo mismo pasaba con la religión y le obligaban a estudiarla, y tienen razón, la diferencia es que si uno no quería estudiar religión se iba a un instituto público y ya está, pero eso ahora no sirve. Y existe otra diferencia, abismal diría yo, la enseñanza de una religión (mayoritaria en el país por lo demás) supone un adoctrinamiento, cierto, pero adoctrinamiento moral del que luego cada uno es capaz de extraer sus conclusiones y adoptar la decisión que considere oportuna, de hecho yo estudié cerca de quince años en un colegio de monjas, y tanto yo como mis amigos somos bastante ateos. Sin embargo el adoctrinamiento político que ha instaurado el Gobierno por Decreto (luego criticaban el Decretazo) influye en las personas a un nivel bastante más peligroso (no hay nada más que ver los ejemplos que tenemos en el Pais Vasco y Cataluña, dónde de forma encubierta lleva haciéndose más de veinte años).

Y el Gobierno sabe que esto es así, por eso, de hecho, es la única asignatura cuyo temario parte de unas bases fijas y establecidas para todo el territorio nacional, mientras que el resto de asignaturas, que yo a nivel particular considero que son las que le dan cultura e independencia de pensamiento a una persona (historia, geografia, filosofía, literatura) dado que considero a las otras como asignaturas de conocimientos únicamente (matemáticas, física, química), varían depende de dónde se estudien, adaptadas lógicamente a los pensamientos propios del lugar (así en Cataluña enseñan en Geografía que : "...el Ebro es un rio que nace en un país extranjero y desemboca en Tarragona"), sin que la administración central se preocupe por unificar criterios de educación, cosa que si hace en "Educación para la ciudadanía"


Finalizo, ya he espuesto todos los pasos, el que lo quiera ver que lo vea, pero es hacía dónde nos dirigimos sin remedio